No hay NADA como tenernos cerca, compartir abrazos, vernos enteras y no solo el torso, sentir nuestros aromas… El ser humano es un animal de manada, y vaya que lo somos!

No hay nada como el trabajo en círculo para la sanación, una de mis más grandes misiones es juntarnos, a la tribu de hermagos, a vivir al menos una vez al año rituales que nos devuelvan al origen. Cada vez que voy a crearlos me pongo al servicio de padre Sol y madre Tierra, y traigo todo aquello que me muestran que es poderoso que experimentemos juntos, pongo todas mis magias e invito más magos y magas para que no solamente la experiencia sea increíble, sino para que también lo vivas en una tribu que se sienta hermandad y sobre todo, vivas un proceso de integración… para saber como accionar en tu vida cotidiana luego de la ceremonia y que todo aquello que se te haya sido mostrado pueda llegar a tu vida como enseñanza, tome sentido en tu mente y acción en tu presente… Todos somos zen en el Tíbet, yo aplaudo a quien logra la paz en el caos, en la ciudad… o en una reunión familiar 😅

Los retiros son mágicos, la vida cotidiana también, si logramos integrar las enseñanzas de las plantas maestras en nuestro más grande desafío, el día a día.